Los niños son pura vida: energía, risas, ocurrencias y gestos que cambian a cada instante. Captar todo eso es la esencia de mi fotografía y una de las experiencias más divertidas que comparto con las familias.
Cada sesión con peques es imprevisible, y justo ahí está la magia. A veces acaban siendo una auténtica aventura, llena de juegos y carreras… pero siempre con un resultado que sorprende y emociona. Porque la infancia merece ser guardada en imágenes que transmitan alegría y verdad.
Podemos realizar la sesión en estudio o al aire libre, según lo que mejor se adapte a vuestro estilo y al carácter de los niños. En exteriores, la luz y el entorno aportan naturalidad y frescura; en estudio, conseguimos un ambiente más íntimo y cuidado.
Y, por supuesto, los padres estáis invitados a participar. Tener una foto de familia es un regalo inmenso para vuestros hijos: el recuerdo de cómo os mirabais, de cómo reíais juntos, de lo que significáis los unos para los otros. Un tesoro que con el tiempo se vuelve aún más valioso.
Si quieres asesoramiento sobre el tipo de foto que quieres, precios, localizaciones o ampliar información sobre mis servicios estaré encantada de responderte si me dejas un mensaje.